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Manifiesto colectivo leído esta misma mañana en nuestra sede de Jaén Acoge:
Todavía hoy es frecuente escuchar a muchos hombres, y a algunas mujeres, que si celebramos el Día de la Mujer habría que celebrar un simétrico Día del Hombre para evitar una supuesta discriminación de éste, alegando que ya hoy en día las mujeres han alcanzado todos los derechos y que han logrado una situación de privilegio en nuestra sociedad, ignorando la explotación histórica que han sufrido y aún padecen en la mayoría de los países y que incluso en aquellos más avanzados en cuestiones de igualdad, ésta aunque sea legal no es real y persiste una brecha de género clara y humillante: menores salarios en trabajos iguales, menor presencia en los puestos de dirección, muchísima mayor ocupación en las tareas domésticas y en los cuidados de las familias, predominio femenino en los sectores peor remunerados, menor representación en la vida pública, etc.
Así que sí, tenemos que seguir reivindicando, mujeres y hombres, el derecho a la igualdad real porque esta no es un privilegio en absoluto sino un derecho humano básico trascendental que afecta a más de la mitad de la población mundial. Y la reivindicamos especialmente el 8 DE MARZO porque en 1910 la activista Clara Zeltkin propuso en la II Reunión de Mujeres Socialistas celebrada en Copenhague la institucionalización del DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA, que fue aprobada por unanimidad.
Esta propuesta no fue arbitraria, el 8 de marzo de 1908 se había producido el terrible incendio de la fábrica COTTON de Nueva York después de que sus trabajadoras se pusieran en huelga en reivindicación de mejoras laborales y el establecimiento de medidas de seguridad en el trabajo, murieron abrasadas 123 mujeres y 23 hombres, la mayoría jóvenes inmigrantes de entre 14 y 23 años.
Pero no era, ni mucho menos, la primera tragedia, ya en 1857 miles de trabajadoras textiles también en Nueva York, convocaron una manifestación conocida como de “Pan y Rosas” reclamando una mejora de sus míseras condiciones laborales, la reducción del número de horas que sobrepasaba las 14 diarias y el fin del trabajo infantil habitual en niños de 7 u 8 años. Murieron 120 mujeres, unas por disparos de armas de fuego y otras en un incendio provocado en las instalaciones de la fábrica.
Pero no cesaron los feminicidios, el 25 de marzo de 1911, un año después de la aprobación del Día de la Mujer en Copenhague, otra vez en la metrópolis estadounidense un terrible incendio en la empresa Triangle Shirtwaist segó la vida de 140 mujeres, inmigrantes italianas y judías que apenas hablaban inglés, el cielo de Nueva York se tiñó de color morado debido al humo de las telas con las que trabajaban en esa fábrica que ha quedado como símbolo de la lucha de las mujeres.
En una asociación como JAÉN ACOGE estas historias no nos resultan ajenas, en nuestro trabajo cotidiano comprobamos como en el hecho migratorio las dificultades que sufren las mujeres son siempre mayores que la media, a la explotación laboral y discriminaciones de todo tipo que padecen como inmigrantes, se suma las que les afectan por su condición de mujeres: violencia, trata, discriminación salarial, machismo, responsabilidad principal de sus hijos y de su hogar.
Vemos que tanto ayer como hoy las mujeres migrantes, y sus hijos, son las víctimas principales de todo tipo de violaciones de los Derechos Humanos y por ello cualquier reivindicación, cualquier lucha en pro de los derechos de la mujer les afecta a ellas en primera persona. Tenemos todas y todos que ser FEMINISTAS sin complejos, sabiendo que el nombre hace referencia a la cruda realidad de la discriminación de la mujer y no a supuestos privilegios para ella, que su verdadero significado es la igualdad plena entre mujeres y hombres y para ello debemos acabar para siempre con los crueles datos de la realidad, según la ONU: las mujeres son más del 50% de la población mundial, pero realizan los 2/3 del trabajo en el mundo (frecuentemente no remunerado, doméstico, obligado), solo reciben 1/10 de los ingresos y remuneraciones que se pagan en el planeta y aún peor solo son dueñas del 1% de las propiedades.
JAÉN ACOGE comprometida con LA IGUALDAD
¡¡¡VIVA EL 8 DE MARZO!!!
