La trata de personas adopta muchas formas Y no tiene fronteras, es un delito despreciable que se alimenta de las desigualdades, la inestabilidad y los conflictos. Los traficantes se sirven de la esperanza y la desesperación de las personas vulnerables, privándolas de sus derechos fundamentales.
Niños y jóvenes, así como personas refugiadas, se hallan especialmente expuestos. Las mujeres y las niñas son un blanco reiterado. Y de lo que estamos hablando es de una explotación sexual brutal, incluida la prostitución involuntaria, el matrimonio forzado y la esclavitud sexual.
En este #DíaMundialcontralaTratadePersonas, debemos unirnos en torno a las cuestiones fundamentales: la prevención, la protección y el enjuiciamiento, a fin de construir un futuro en el que ya no haya lugar para este delito.
Por ejemplo, percibimos la necesidad de incorporar a las mujeres víctimas de trata en los circuitos de atención de las víctimas de violencia de género. Esto supondría que pudieran acceder a la atención y a las prestaciones sociales y económicas destinadas a este fin, sin necesidad de haber realizado una denuncia previa. Pero para ello, resulta a su vez necesario un cambio de mirada global y reconceptualizar las implicaciones existentes acerca de la violencia machista.
Desde Jaén Acoge quiero dejar claro finalmente, que las víctimas de trata son mujeres y niñas traídas a España con falsas promesas de una vida mejor, oportunidades de trabajo o promesas de amor, pero luego son forzadas a vender su cuerpo en cantinas o bares, sitios que nosotros mismos frecuentamos. SI NO HAY CLIENTES NO HAY TRATA.
Naima El Yajizi
Responsable de Recursos Residenciales de Mujeres.